Tadeusz:
Me sentí en casa en el campamento de Mohamed y Ali. Su casa, perfectamente escondida entre las dunas del desierto, era mi casa. No necesitaban decírmelo: era sencilla, caliente como un pan horneado en el fuego, luminosa como el sol del Sahara. Todas y cada una de las miles de estrellas que iluminaban el campamento por la noche lo confirmarán sin duda.
Kinga:
Chigaga es un lugar mágico donde el tiempo fluye de forma distinta, las estrellas están más cerca de nosotros y el agua se convierte en oro. Nomad Camp es un lugar fantástico donde puedes pasarlo fenomenal. Mohamed y el resto del equipo siempre están entreteniendo a todo el mundo, horneando pan sabroso y cantando toda la noche junto al fuego. El desierto es un lugar especial: si pones un pie en él, siempre tendrás nostalgia de esa arena, y tus ojos echarán de menos las vistas.
Cyprian:
He estado en este campamento una semana y puedo recomendarlo sin reservas. No es un hotel, es un campamento nómada en el desierto, gestionado por Mohamed y su familia, que son gente estupenda, amigable y que cuida a los turistas. La estancia es sorprendemente cómoda, las tiendas de camello protegen bien del sol, ¡y la comida tradicional marroquí que sirven es fantástica! Puedes ir a caminar o subir a lo alto de la duna de Chigaga, que está justo al lado :). Ve a este campamento si quieres probar una verdadera aventura en el desierto, en buenas y seguras manos, las de nuestros amigos Bereberes :)
Tade:
Hay una diferencia entre espacio y tiempo. Chigaga es un espacio creado no sólo por las dunas, la arena, el sol, las ondulaciones del terreno o cielos espectaculares, sino filtrado también a través de personas: los Bereberes, para quien eres un amigo, no un turista, un cuento único, no solo una historia con contactos y una cartera. Puedes ir a muchos lugares distintos. Sin embargo, este espacio es único y transformador. Estuve allí y volveré allí. De hecho, está todavía conmigo.
Dominik:
2 semanas en Marruecos y en el desierto me dieron energía para los 6 meses siguientes en el mundo de la oficina, las llamadas teléfonicas y las reuniones de trabajo. En el desierto el descanso es verdadero. ¡Y no puede encontrarse ese cielo en ningún otro sitio en el mundo!
Ola:
He visitado a Mohamed y su campamento 2 veces, y seguro que volveré de forma regular. Su hospitalidad, su consideración, su musicalidad, su fantástica cocina y su capacidad para resolver cualquier problema sin ningún tipo de ansiedad innecesaria, combinados con la magia del desierto, las incontables estrellas y el inconfundible y único viento del Sahara, es todo lo que necesitas para recargar las baterías y tomar distancia de los problemas del día a día